Relatos
Largos.
En París, en la rue Teophile Roussel, cerca de la Place d`Aligre, muy próxima a la Bastilla, hay una taberna fantástica por el personal que para allí, el tabernero, la variedad de vinos y lo ajustado de sus precios para una ciudad como ésta, capaz de secarte el bolsillo.
El tabernero, a veces, deja que sus parroquianos se arranquen por cuentos, sin querer convertir su local en un centro de bohemía. Tuve la suerte de asistir aquel día a una reunión de españoles que no sé qué celebraban, pero es el caso, que pude capturar la narración que hoy les traigo a La Taberna del Callao. La narración resultó ser un relato adaptado de Milan Kundera, que al parecer visitaba la taberna en sus años de exilio parisino.
4 comentarios:
Siempre quisiste un bar y lo acabaste teniendo por internet jajaja
¡Bonita historia, y bien contada!
¡Gracias!
Gracias a ti por tu comentario.
Javier M.
De nada. Acá tienes otro "Goear", también de conexión entre un lugar francés y un natural del país vecino al sur de los Pirineos, aunque en este caso ambos son de la región vasca que, pese a pequeña, sobrepasa la frontera milenaria y sirve de puente entre dos grandes culturas y países:
http://www.goear.com/listen/176a839/
DEP Víctor Manuel Muñoz
Larga y buena vida a Biarritz
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